Miedos.

Hoy, estoy harta de que la gente me diga lo que debo hacer, sólo quiero gritar al mundo lo gilipollas que me siento, sólo quiero derribar las barreras que me separan de la libertad, sentir cómo el viento golpea todo lo que me rodea, quiero mirar al cielo y verte, a ti, imaginarte mientras me abrazas, mientras me rozas la piel, sólo necesito tus abrazos para caer, caer en un desesperado mar de lágrimas, y no te das cuenta, de que sin ti, mi mundo no existe, de que sin ti, nada existe, sólo el día a día, la rutina, la manera de despedirte lentamente de la vida, decir un adiós día detrás de día, mientras el sol se pone, mientras las estrellas aparecen, mientras mi mente vaga por los maravillosos recuerdos, mientras las fotografías están en mis manos, mientras me imagino a tu lado, sintiendo todo tu cuerpo, respondiendo a tus estúpidas preguntas, riéndome y vagando por las calles… Te echo de menos, a ti, a tu sonrisa, a tus hoyuelos, a tus maravillosos ojos, a tu morena piel, a tu fino pelo, a tu simpatía, a tu elegancia, a tu chulería, a tu salvajes efectos de cariño, y podría seguir así, segundo tras segundo, minuto tras minuto, hora tras hora, semana tras semana… así hasta el fin de mis días.